El conteo y el número en los juegos de mesa. 

Por: Rosa Araceli Rotaeche G. 
Coordinación General de Matemáticas 

Hubo un momento en nuestras vidas donde los juegos de mesa eran muy solicitados en las familias mexicanas. 

Recuerdo disfrutar una tarde con mis padres, hermanos y amigos para distraernos, divertirnos y convivir alrededor de un atractivo entretenimiento donde todos podíamos reír, jugar y participar. 

Uno de ellos, “El Parchís” o “Parkasé”, donde cuatro jugadores compiten por recorrer el tablero con cuatro fichas de color amarillo, rojo, verde o azul hasta llegar con todas a la meta. El primero en llegar con sus cuatro fichas gana la partida. 

Para ello, es importante tirar el dado. La suerte está implícita en este hecho, pero la habilidad del jugador para tomar decisiones es fundamental cuando se trata de ganar. 

Éste y otros juegos de mesa, implican conocer y manejar los números. Reconocer el valor del dado cuando cae, contar y tener clara la dirección a seguir. Implica sumar cuando gano puntos, ver el número de casillas que me faltan (diferencia) para llegar a la casilla donde estaré seguro de las garras de mi vecino. Implica tomar decisiones importantes sobre cómo usar esos números que el destino me brinda al tirar el dado. ¿Cuál ficha me conviene mover?, ¿qué estrategia seguiré para bloquearle el paso a mi adversario cuando veo que está a punto de ganarme? 

Para los niños pequeños, este juego de mesa favorece mucho el conteo, reconocer el número, sumar, restar, reconocer posiciones, identificar formas, colores y ubicarse en el tablero. Y entre más se practique, el conteo será más rápido. Llegará el momento en que se usen secuencias numéricas de dos en dos, de tres en tres, de cinco o siete porque el tablero así lo facilita. Además, ¡es un juego muy divertido! 

   

Adicional a todas las competencias matemáticas que este juego puede proporcionar a los niños en cuanto a conocimientos, habilidades y destrezas como el conteo, manejo del número, operaciones, formas, colores, tamaños, ubicación espacial, etc., también favorece el desarrollo de actitudes como la tolerancia a la frustración, la paciencia, el compañerismo, la cordialidad, entre muchas otras más. 

Vivimos un momento de nuestras vidas donde nos hace falta convivir, reunirnos en familia, divertirnos juntos y descansar un poco de las herramientas digitales que actualmente nos absorben tanto. Hace falta vernos a los ojos, escucharnos, sonreír y disfrutar. 

¡Juguemos Parkasé!, es una distracción económica pero rica en valores, conocimientos y habilidades. 

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